Juanito se acaba de sacar la banda de mejor alumno de la generación, está contento y nervioso porque acaban de hacerle un examen casi profesional para darle una medalla y una banda. Pero lo mejor es cuando llegan sus papás a felicitarlo. La imagen es mas o menos así: su mamá corre, lo abraza fuerte y/o se lo come a besos (dependiendo qué tan afectiva sea) y le dice algo como: eres el más listo mi amor, estoy muy orgullosa de ti, te dije que ibas a ganar, eres un lo máximo!! Ponte con tus amiguitos para que te tome una foto…” cuando Juanito logra soltarse del agarre de águila de su santa madre, viene el turno de papá: le sonríe, “le da 5”, lo abraza (o no, dependiendo qué tan afectivo sea), y le dice: “Felicidades, campeón!”
Y ya… That’s it… se acabó la historia!
Y yo acabo fascinada ante el comportamiento humano, en particular ante el comportamiento de dos seres tan diferentes como el aceite y el vinagre: los papás y las mamás. A pesar de que el amor de ambos viene de un corazón lleno de cariño y preocupación por sus hijos, se expresa de maneras totalmente distintas, simplemente por cuestión de género. Y esto es una bendición para los hijos: tener dos maneras de ver el mundo, de enfrentar los problemas, de verse a sí mismo, de divertirse. Puede tomar lo mejor de dos mundos. Y eso es una experiencia increíblemente enriquecedora.
Debo decirte, papá Descubre, algo que siempre he pensado y que espero que te ayude: te hemos confundido. Esta sociedad, los psicólogos, otras mamás… te pedimos que seas diferente, sin especificar a qué nos referimos y a veces se nos olvida que tú eres como eres porque equilibras la balanza! Y alteramos el ecosistema cuando te pedimos que te vuelvas gritón, besucón y cursi cuando no lo sientes. Pero tampoco puedes ser como era tu papá (lo que mejor conoces) o como el macho mexicano porque tampoco te será útil y te verás como el villano de la película… ¿entonces qué?
Es más sencillo de lo que crees. Y hoy quiero decirte 3 cosas que debes tener en consideración, para que no desconfíes del trabajo que estás haciendo como papá. ¿Te parece?
1. Enséñale a pensar simple
El sentido común es el menos común de los sentidos
Es por todos conocido que los hombres tienen una estructura mental directa, simple, concreta y lógica. Por eso dicen que las mujeres somos “muy complicadas”, porque en lo que tú te fijas es en la consecuencia, si es bueno o malo y qué se puede hacer para resolverlo. Punto. Se acabo. Me acuerdo una vez que mi papá me contestó ante mi enojo monumental porque una amiga se llevó mi suéter sin pedirlo prestado: “no entiendo, ¿no tienes otro suéter?” Todavía hoy me acuerdo y me da mucha risa, porque él no veía mayor problema… no me lo digo así porque es un caballero pero sé que pensó: “si tienes más ¿por qué haces drama?”
Papá Descubre: Acuérdate siempre que tú le das simpleza y sencillez al pensamiento y a las acciones de tus hijos. En particular de tus hijas, que como yo, suelen ser más azotadas porque ven las particularidades de la situación y deciden cómo sentirse al respecto. Hace falta que aportes tu visión simple (no simplista) y descomplicada de las cosas, así puedes evitar dramas monumentales o peleas sin sentido.
Ojo con: minimizar las cosas. Este es el tip para este primer punto: si tu ves que las cosas no tienen mayor trascendencia porque no son graves, tienen una solución simple o simplemente no ves el problema (que seguro te pasa muchas veces) no te adelantes a decir “no pasa nada, hombre… compramos otro” porque, independientemente de los ojos de pistola que vas a recibir, se escucha como si estuvieras minimizando el problema. Si para tu hija o tu hijo es un problema, escúchalo e intenta ponerte en sus zapatos y saber qué es lo que realmente le molesta, para después darle tu opinión de lo que se podría hacer para resolverlo.
2. Expresa tus juicios con claridad y empatía
Los hombres tienen en su composición mental la habilidad de, con la simpleza de la que hablamos antes, hacer juicios de lo bueno y lo malo. Y castigar lo malo y premiar lo bueno. Si una mamá sufre porque dice “sé que robar es malo pero Ana no quiso robar el estuche de su compañera, seguramente se le fue”, el papá dice “nada de que se le fue, tenemos que enseñarle que robar es malo”, ¿ves lo que quiero decir? Tienes una habilidad muy grande para hacer sentencias claras y tajantes, o como dicen los sabios: le dices al pan, pan y al vino, vino sin ningún problema.
Papá Descubre: Acuérdate siempre que la habilidad que tienes para juzgar lo bueno y lo malo no siempre es proporcional a la habilidad que tienes para comunicarlo. Está claro que robar es malo, pero si vas directo al regaño, te estás saltando el aprendizaje. Y no te hablo de confesiones de una hora o de cátedras morales de otras dos, te hablo de dialogar con Ana y preguntarle por qué tomó el estuche, escucharla y decirle que confías en que ella sabe que hizo mal y que restablecerá el daño regresando el estuche a su dueña verdadera. ¿Ves la diferencia? Juicio ® sentencia no es lo mismo que Juicio®Razonamiento®Autosentencia. Al final el resultado es el mismo pero en la segunda opción le dejaste aprender muchísimo en el camino.
Ojo con: Caer en el otro extremo: no decir nada porque no quieres que te odien o ser el malo, si estás viendo que algo está mal, tienes que decirlo, pero si sigues la fórmula de arriba, a partir de hoy será más sencillo poder expresar tus juicios sin sentirte acusador pero tampoco sintiendo que te guardas algo que debes decir.
3. Enséñale a competir
La función de la madre con su hijo es darle seguridad en la vida; la del padre, enseñarle y guiarlo en la solución de los problemas que le plantea la sociedad particular en la que ha nacido.
En el artículo de mamás de miel hablamos sobre la importancia de que las mamás le den a sus hijos las ganas de vivir, la alegría para despertarse todos los días diciendo “es un gusto estar vivo”, y si seguimos de la mano del buen Erich Fromm, nos dice que “el padre es el que enseña al niño, el que le muestra el camino hacia el mundo”. A mi me gusta decir que los papás son los que dan las reglas del juego. Tu hijo (y particularmente el niño por parecerse a ti) aprenderá de ti lo que significa competir, ganar, el juego honesto y limpio, el trabajo en equipo, poner a las personas antes que a las cosas… piénsalo, si eres el juez de la familia, escuchará con más atención tus opiniones.
Papá Descubre: Acuérdate siempre que tú le moldeas a tu hijo la habilidad de tomar riesgos, de probar cosas nuevas, de atreverse a dejar de ser quien es para convertirse en alguien mejor. Por lo tanto, eres un elemento muy importante para que el miedo que a veces siente, se vaya. Recuérdale siempre que confías en él, que puede lograr lo que se proponga y que si no lo logra a la primera, tiene muchas otras oportunidades, solamente necesita paciencia.
Ojo con: lo que dices sobre todos estos términos importantes sobre ganar, competir y perder. Toma mucho de ti el pensar que es malo si pierde o que no se merece una medalla si es de segundo lugar, enséñale a disfrutar la competencia, a hacer su mejor esfuerzo y a aprender en el camino, y que si viene un premio de alguien más, será bien recibido pero nunca le enseñes a participar por el premio en sí, porque si no lo obtiene, ya habrá asociado su propia habilidad con el premio en cuestión.
Como conclusión quiero decirte que los niños que tienen papás que participan activamente en su formación, suelen ser más competentes en lo social y logran adaptarse con facilidad a diferentes escenarios y circunstancias. Y eso está en tus manos.
Tres puntos.
Parecen sencillos pero si los ves bien, pueden implicar que tú mismo te cuestiones cosas como qué es perder o ganar, qué tan importante es el reconocimiento para ti, y muchos temas trascendentes en tu vida. Y está bien que te cuestiones, está bien que te construyas a ti mismo todos los días, porque no sólo te estás construyendo a ti sino que le estás dando a tu hij@ las bases para construirse a sí mismo… si, tienes una tarea grandísima pero confía en ti, sabes que vale la pena, pero puede que te pida mucho trabajo personal ¿estás listo?
Te deseo un excelente domingo de Día del Padre, disfruta el regalo de ser papá y sigue descubriendo tu mejor versión.
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