diciembre 08, 2014

Los modelos de vida de tus hijos




Ser quien eres: otra cara de la autoimagen


Hace un par de meses hablamos sobre la importancia de que alimentes positivamente la autoimagen de tu hijo, y esta entrega hablaremos de otro aspecto muy importante para su consolidación: los otros.

¿Qué pasa cuando tú ya hiciste tu parte? ¿Ya le diste todas las fichas que necesita para jugar el juego de la vida? Obviamente, la respuesta es no.

Porque donde acaba tu casa, empiezan las ideas de “los otros”. Y los otros se llaman amigos, se llaman primos y familia extensa, y sobre todo se llaman medios de comunicación. ¿Qué imagen forman “los otros” en tus hijos? ¿A qué modelos aspiran los adolescentes de hoy? ¿A quién se quieren parecer? Y sobre todo ¿qué están dispuestos a hacer para alcanzar esos modelos a seguir?

Cada vez es más común encontrar adolescentes que aspiran a modelos de vida negativos, que les demandan poco esfuerzo para lograr grandes avances, o que les venden ideas huecas como “ideales” que vale la pena alcanzar. ¿Qué puedes hacer tú para contrarrestar el efecto de todos estos “ídolos”?
 
  1. Permanece pendiente de lo que escucha, ve, habla
Pon mucha atención a los ídolos de tu hijo si es pequeño y aún más si es adolescente. No “sigue” sólo a un artista, deportista o figura pública sino a la ideología que representa. ¿esa ideología le va a ayudar a ser una mejor persona? ¿la persona que tú sabes que puede llegar a ser? Habla con él, sin juzgar, escúchalo y dale tu opinión. Pero no te cierres ni satanices sus gustos, o será contraproducente.
 
  1. Alimenta la relación y con ella, la confianza
Habla con él. No hay otra manera. Pregúntale qué le gusta, qué admira, como quien quiere ser… habla. Si tomas a actitud de “agente secreto” perderás credibilidad y confianza. Conozco un par de mamás que buscan en los cajones o se meten al correo electrónico de sus hijos. No se trata de eso. El espía nunca se comunica con aquello que espía. Y de lo que se trata es de que tú te comuniques con él, no que “le caches” cosas que no debe hacer.
 
  1. Conoce a sus amigos y sus gustos
Pídele que los invite a comer, a un torneo de Fifa en el Xbox, a ver el partido del domingo, a hacer un spa en la casa… no tienes que estar presente todo el tiempo pero sí “darte tus vueltas”. Esto te permitirá darte cuenta cómo es cada amigo, escuchar lo que platican y después retomarlo en tus conversaciones con él. Tu hijo tiene que saber que no está solo ni se rige por sus normas, y sus amigos tienen que ver que tu hijo tiene quien lo respalde y quien esté al pendiente de él.
 
  1. Haz evidentes tus gustos, tus aficiones, tus aspiraciones.
Ejemplifica el tipo de persona en el que quieres que se convierta. Es casi una regla que el hijo de deportistas crecerá para convertirse en un adulto que disfrute del deporte. Igual pasa con la música y con ciertos artistas. ¿Qué acciones y personas estás dejando en su mente para que “les encuentre el gusto”? Si no encuentras algo en lo que haces todos los días que le ayude a convertirse en una persona fuerte, segura y feliz, empieza hoy.


La adolescencia es una etapa muy vulnerable, porque todavía no sabes quien eres. Sabes lo que fuiste y que ya te queda chico, pero no sabes todas las posibilidades que tiene tu personalidad. Eso hace que los adolescentes, sobre todo los adolescentes iniciales (entre 11-14 años) sean un lienzo semi-blanco en el que cualquiera puede escribir si lo hace con suficiente astucia, con elementos llamativos, con falacias que suenen a verdad.

Tu trabajo es darle soporte a ese lienzo y mandarle el mensaje que en su vida solamente pueden pintar aquellos que él invite a su vida, ninguna ideología, ninguna persona, y ningún grupo que él no quiera. Si logras sembrar en su corazón esa fuerza del poder de elegir y de pensar por sí mismo, lo habrás ayudado a cruzar del otro lado del río en temas de drogas, alcohol, desordenes alimenticios y conductas autodestructivas en general… solamente pidiéndole que se comporte a la altura de la mejor versión que tú ves de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario