¿Qué es el miedo y para qué sirve?
El miedo es una emoción fundamental dentro del abanico emocional del ser humano. Digamos que es parte de la canasta básica. Sin miedo no se podría vivir.
El miedo es lo que nos ha mantenidos vivos, evolutivamente hablando. Si pensamos en los hombres de las cavernas, entenderemos que la llamada de atención para salir huyendo de los depredadores o de decidir cazarlos para comerlos, fue dada por el miedo. Si esos hombres de las cavernas no hubieran sentido y hecho caso a su emoción de miedo (y no nos la hubieran heredado), seguramente la raza humana se hubiera extinguido hace miles de años.
Me parece súper interesante ver las reacciones que tiene el cuerpo cuando tenemos miedo porque, a ser un mecanismo reactivo, todo nuestro organismo se prepara para responder ante ese miedo que percibimos inminente. Por ejemplo:
¿Por qué es tan importante el miedo?
Todas las emociones sirven para algo. Si no tuviéramos miedo, nos lastimaríamos mucho, cometeríamos todavía más errores y hasta podríamos poner en riesgo nuestra vida.
El miedo responde a una necesidad de protección de todos los seres humanos y surge en ocasiones de peligro. Pero no es lo mismo lo que a mi me da miedo que lo que te lo provoca a ti. ¿Por qué?
Porque el miedo es una señal de alarma individual que nos hace darnos cuenta de que estamos en peligro. Y tal vez para mi, por mi historia personal, las abejas son un tema que me hace sentirme en peligro pero a ti te descompone totalmente una alarma sísmica. Todo está en la percepción del miedo. ¿qué tanto es real, auténtico y verdadero peligro y que tanto pasa en nuestra mente y nada más?
Te invito a que esta semana empieces a cuestionarte tus miedos: qué tanto son “de a de veras” y qué tanto son sólo proyecciones de algo que te lastimaría mucho si pasa pero, de hecho, no es tan factible que pase. O, mejor dicho, ¿qué tanto sufres gratis? Piénsalo, cuestiónate muy seriamente y verás como, para nuestra desgracia, somos seres mucho más fatalistas de lo que nos gustaría. Y darte cuenta de eso es bueno porque puedes decirte a ti mismo con conocimiento de causa: no es tan grave como te lo imaginas, y creértelo.
El miedo es lo que nos ha mantenidos vivos, evolutivamente hablando. Si pensamos en los hombres de las cavernas, entenderemos que la llamada de atención para salir huyendo de los depredadores o de decidir cazarlos para comerlos, fue dada por el miedo. Si esos hombres de las cavernas no hubieran sentido y hecho caso a su emoción de miedo (y no nos la hubieran heredado), seguramente la raza humana se hubiera extinguido hace miles de años.
Me parece súper interesante ver las reacciones que tiene el cuerpo cuando tenemos miedo porque, a ser un mecanismo reactivo, todo nuestro organismo se prepara para responder ante ese miedo que percibimos inminente. Por ejemplo:
- Nos da taquicardia. Porque ponemos en funcionamiento (a marchas forzadas) el sistema nervioso, que da una señal de alarma a todo el cuerpo y necesita generar más sangre para mandarla a los miembros y órganos que lo requerirán.
- Nos hormiguean las piernas y brazos: porque empiezan a recibir una sobredosis de sangre por si necesitáramos pelear y golpear con brazos y manos (pelea) o si necesitáramos correr despavoridos en la dirección contraria al origen del peligro (huída).
- Te has fijado como le decimos a alguien “hasta estás pálido, te asustaste mucho”? pues bueno, de algún lado tiene que tomar sangre el cuerpo para mandarla a nuestros miembros largos, y como la cara no es algo que necesites para correr o para golpear, la toma de allí.
¿Por qué es tan importante el miedo?
Todas las emociones sirven para algo. Si no tuviéramos miedo, nos lastimaríamos mucho, cometeríamos todavía más errores y hasta podríamos poner en riesgo nuestra vida.
El miedo responde a una necesidad de protección de todos los seres humanos y surge en ocasiones de peligro. Pero no es lo mismo lo que a mi me da miedo que lo que te lo provoca a ti. ¿Por qué?
Porque el miedo es una señal de alarma individual que nos hace darnos cuenta de que estamos en peligro. Y tal vez para mi, por mi historia personal, las abejas son un tema que me hace sentirme en peligro pero a ti te descompone totalmente una alarma sísmica. Todo está en la percepción del miedo. ¿qué tanto es real, auténtico y verdadero peligro y que tanto pasa en nuestra mente y nada más?
Te invito a que esta semana empieces a cuestionarte tus miedos: qué tanto son “de a de veras” y qué tanto son sólo proyecciones de algo que te lastimaría mucho si pasa pero, de hecho, no es tan factible que pase. O, mejor dicho, ¿qué tanto sufres gratis? Piénsalo, cuestiónate muy seriamente y verás como, para nuestra desgracia, somos seres mucho más fatalistas de lo que nos gustaría. Y darte cuenta de eso es bueno porque puedes decirte a ti mismo con conocimiento de causa: no es tan grave como te lo imaginas, y creértelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario