Varias mamás, por separado, me han platicado su preocupación porque sus hijos no tengan amigos o no sepan cómo hacer amigos para toda la vida. Es por eso que este boletín se trata de la receta para hacer los mejores amigos.
El tema es muy sencillo, y es este: si tú quieres que tu hijo vaya coleccionando conocidos hasta que forme vínculos tan fuertes que ni el tiempo pueda romperlos… enséñale a ser amigo. A ser el mejor amigo… y eso es lo que pedirá para sí mismo, no menos.
Te lo dije, no es física cuántica. Es lógica simple: si tú le enseñas las bases para ser un buen amigo, lo que le dices en el fondo es que así debe de conformarse una amistad. Con esos valores, esos comportamientos y esas vivencias. Tú le moldeas lo que debe pedir de una amistad, lo que puede tolerar y lo que no debe permitir. Tú le das el referente emocional para seleccionar a sus compañeros de juego, y más adelante a sus amigos.
Hay algunos aspectos que debes considerar para ir conformando en su mente la imagen de “amigo”:
- Recuérdale su valor y el respeto que se merece, y dile que nadie puede hacerlo sentir mal ni con sus acciones ni con sus palabras. Dile algo como “los amigos no se dicen cosas feas para hacer sentir mal al otro. Si tienes algo que no te gusta de tu amigo, díselo en privado”. Dos enseñanzas: no dejes que te agredan y habla con honestidad.
Aspecto clave para la amistad: la amistad es recíproca y honesta
- Enséñale a respetar las reglas del juego y los acuerdos que hizo. Si ejercitas con él el acatar las reglas del juego, entenderá que lo más importante es cumplir con lo que se comprometió, más allá de ganar. Así no intentará hacer trampa para ser “campeón” sino que se sentirá satisfecho de haber seguido las reglas como dijo que lo haría. Lograr tener una gratificación personal es mucho más enriquecedor que recibir una de parte de alguien más.
Aspecto clave para la amistad: la amistad es un compromiso que adquieres con alguien importante para ti. Y un compromiso no se rompe.
- Enséñale a perder. No se trata de ganar, se trata de divertirse mientras forma relaciones con los otros mientras juega o compite (además de las habilidades que desarrolla en lo personal), y eso lo tiene que tener claro porque si no, tú hijo no se convierte en ese niño con el que nadie quiere jugar porque se enoja horrible cuando pierde.
Aspecto clave para la amistad: la amistad es convivir con otros y aprender que nuestros amigos pueden ser mejor que nosotros en algunas cosas.
- Modélale el hábito de pensar en los demás. Si tu hijo es uno de esos niños a los que les cuesta mucho trabajo ver más allá de sus propias necesidades, ejercita mucho este punto. Recuérdale que no es sólo él quien juega o quien puede opinar, que lo correcto es dejar que los demás también opinen, aunque tengan una opinión diferente, y es más, que la diversidad enriquece.
Aspecto clave para la amistad: la amistad es pensar en el otro y en ti, no solamente en ti.
- Enséñale a interesarse porque los demás también sean exitosos. Cuando te cuente sobre cómo Juanito ganó en la carrera o Sandra supo la respuesta a un problema muy difícil de matemáticas, aprovecha la oportunidad de enseñarle que las cosas buenas que hacen otros merecen un reconocimiento, que es bueno que se rodee de personas talentosas y que imite cosas buenas. No lo pongas a competir absurdamente preguntándole sobre su desempeño o comparándolo con el niño del que te está hablando.
Aspecto clave para la amistad: la amistad busca el crecimiento y el desarrollo de sus amigos, para que se conviertan en lo mejor que pueden llegar a ser.
Son 5 aspectos a considerar.
No son fáciles de poner en práctica porque implica romper con algunos esquemas tuyos, pero te aseguro que vale la pena porque educarás a una generación con un pensamiento menos competitivo (absurdamente) y con una cultura de mayor reconocimiento.
¿Tienes dudas sobre cómo aplicar cierta recomendación? ¡Escríbeme!
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